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Se acabaron las excusas, nos metemos en la cocina y vamos a hacer un saludable ramen de pollo. Es una versión de la sopita de la abuela para combatir el resfriado y tenerte como una rosa. Con un poco de planificación, dejaremos a la familia boquiabierta.
Es recomendable tener listas un par de cositas. Prefiero usar el caldo hecho el día antes porque se "asienta el sabor". También es necesario tener los huevos cocidos macerando durante 24 horas. Así que si preparamos estos elementos el día antes, ya tendremos mucho camino andado.
Esta es la parte más personal del proceso. Añade a dos litros de agua las verduras que más te gusten. Yo he añadido: zanahorias, puerro, una cebolla grande troceada, un buen trozo de jengibre troceado o machacado para que suelte todo su sabor, dos carcasas de pollo y un trozo de hueso de jamón. Se deja cocer unos 90 minutos a fuego lento (no uso olla express) y listo. Se cuela y el resultado es increíble. A la hora de servirlo se puede (y se debe) echar un chorrito de salsa tsuyu o salsa de soja usukuchi o bien tamari. Para rematar, unas cucharaditas de shiitake en polvo. Haz así y luego me dices.
Una cosa tan simple como cocer un huevo, tiene su arte. Pelarlos y dejarlos sin un rasguño también requiere su cuidado. Los huevos para el ramen se dejan cocer 7 minutos con el agua ya hirviendo. Se debe añadir al agua un chorro de vinagre para prevenir la rotura del huevo. Pasados los minutos de hervido, se dejan en agua fría para cortar la cocción. He de advertir, que así, la yema queda un poco líquida y hay que tener mucho cuidado para no destrozarlos al pelarlos. Yo he dejado los míos cocer durante unos 10 minutos porque en casa no gusta los huevos claros o a la mollet. La cocción del huevo es al gusto, al fin y al cabo. Para dar un toque espectacular he añadido un poco de caldo dashi, mirin, salsa de soja y un chorrito de sake en una bolsa de plástico. Se dejan macerar así los huevos durante 24 horas. Si no quieres usar o no tienes caldo dashi, usa un poco de caldo de pollo del que has preparado para el ramen. No dejes de probar esta especialidad, es muy sencilla y está muy rica.
Cosas que se preparan el día de la comida como es la carne de pollo, las setas shiitake, los tallarines y las hojas nori para la presentación.
Para hacer la envoltura de pollo, yo he usado unos filetes de pechuga. Os dejo abajo un tutorial del chef Aledo en el que usa la carne del muslo. Ya sé que la pechuga no tiene tanto sabor como la carne del muslo o contramuslo, pero con los ingredientes que le añadimos, no necesita más. Además este ramen así preparado apenas tiene una gota de grasa y no enturbia nuestro lujoso caldo.
Para rellenar nuestro chasu, yo he extendido un poco de pasta de miso por el filete de pechuga y luego he añadido unas ciruelas pasas. El chef Aledo añade un poco de apio y recomienda, en su defecto, usar zanahoria. Se obtiene así un toque crujiente. Yo he optado por usar un saborizante reservado a las mejores carnes, la ciruela. Esto estaba de lujo...
La envoltura del chasu es el paso más importante. No basta con envolverlo una sola vez. Yo añadí hasta cuatro capas de papel film transparente. Dejo también un tutorial de recetas de casa LM donde nuestra flamante cocinera hace un rollo de fiambre de pollo sirviéndose de esta técnica. Para cocinar estos chasus, hay que meterlos en agua caliente, que no rompa a hervir, durante una hora aproximadamente.
https://youtu.be/SCFZqfZA2c0Los sacamos y los dejamos enfriar. Quitamos la envoltura y ya están listos para su sellado. Yo usé para este fin un poco de zumo de naranja natural con buen chorro de salsa de soja. Se añaden a una olla baja o una sartén y una vez calientes, se añaden los rollitos de pollo y se dejan macerar a fuego medio- bajo durante unos diez minutos.
Una vez terminado este paso se hacen rodajas los rollos, están listos para comer.
Otras salsas de sellado pueden ser la salsas chinas hoisin, la salsa char siu (es la versión china de chasu) o si te van las emociones fuertes la salsa chili garlic o un poco de curry rojo tailandés. Se abren las apuestas.
Las setas shiitake pueden usarse frescas o deshidratadas. Las propiedades y el sabor son diferentes de un tipo de seta a la otra, también el precio. Yo uso las setas deshidratas porque son más asequibles 50 gramos dan para mucho una vez que se hidratan. Además el caldo un poco turbio que resulta al dejar estas setas en agua es un gran saborizante . Puedes reservarlo por si necesitas asar alguna carne o pescado o incluso para añadir al caldo de ramen.
Asa las setas shiitake con un poco de aceite en una sartén, después, cuando estén hechas, añade un buen chorro de soja o usa la mezcla de soja y zumo de naranja que usaste para el chasu. Deja que se caramelicen un poco. Están riquísimas.
Me repito y me repito hasta la extenuación. Los detalles marcan la diferencia. La elección de unos buenos tallarines y unas hojas de alga nori que den el toque final no son algo baladí. Os muestro los productos que os recomiendo para esta recta final. Los tallarines se cuecen aparte del caldo, durante unos cinco minutos. Como envolví muy bien mis chasus de pollo usé esa misma agua para cocer los tallarines puesto que no se transfirió nada. Después hay que escurrir los tallarines y echarles un buen chorro de agua. Tras eso, directos a los cuencos y se le echa por encima el caldo de pollo caliente.
Otros acompañamientos para el ramen son las crudités, palitos de zanahoria, cebolleta o apio crudos. Alguna carne o verdura en tempura, algún encurtido... de momento, nuestro ramen de pollo así presentado está riquísimo, ya habrá tiempo de complicarlo. Itadakimasu.