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En nuestro catálogo de productos tenemos una pequeña salsera japonesa sumi-e. Muchos de vosotros nos habéis preguntado sobre lo que representa. Por ello, nos hemos decidido a arrancar nuestro nuevo blog hablando de este arte centenario japonés.
Podemos afirmar que la pintura sumi-e es una de las representaciones artísticas que más define el espíritu japonés.
El arte sumi-e está considerado como una rama creativa de la exigente caligrafía japonesa (shodo). Al igual que en ésta, se emplean los mismos materiales y los mismos instrumentos de pintura.
La principal diferencia con la caligrafía, es que el artista es libre en su temática y en su ejecución. No debe someterse a la rigidez de la caligrafía que determina la forma de los kanjis y su orden de trazo para escribirlos.
Para ser un buen artista sumi-e se requieren un pulso firme y una gran destreza para manejar la traicionera tinta china sin emborronar el papel.
Es quizás una de las formas de dibujo más difíciles. Esto es porque las posibilidades de corregir un trazo mal dado, son pocas. Debido a esto, dominar está técnica lleva muchos años de práctica.
Los materiales necesarios son simples: un pincel, una barra de tinta, agua y hoja de arroz. La práctica del sumi-e comienza con la preparación cuidadosa de los materiales. Por ello, este proceso predispone la mente del pintor a iniciar el proceso creativo.