Érase una vez una pareja de ancianos que no conseguía tener hijos. Un día encontraron flotando en el río un melocotón enorme. Lo trajeron a su casa y del melocotón -momo en japonés- nació un niño precioso, Momotaro. Cuando creció, se convirtión en un joven muy valiente: consiguió acabar con los demonios de la isla Onigashima y pasó a ser un héroe para todos los habitantes.
Este tentetieso está hecho de forma artesanal con papel japonés. Cada detalle es precioso...Los tentetiesos siempre permanecen de pie, nunca se caen...