Este arroz ya cocido y preparado y presentado en estas curiosas galletas, es el secreto del kubak, un plato típico de los restaurantes chinos.
El arroz ya está cocinado, por lo que sólo hay que calentar en el horno a 160 grados durante unos minutos o bien ponerlo sobre la típica bandeja de hierro caliente con un chorrito de aceite.
Después se le añade la salsa, muy fácil de hacer con una base agua con verduras cortadas en trozos pequeños (cebolla, zanahoria, calabacín...), salsa de soja y un espesante al gusto (maizena, kuzu...).
El arroz queda siempre crujiente y gustoso, todo un placer.
arroz glutinoso (95,8%), sal (0,2%) y agua (4%)
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