La vaporera de bambú es otra aportación de Oriente a nuestras cocinas.
Su uso es muy fácil: se coge una olla de metal o un cazo con un diámetro similar al de la olla de bambú. Se llena la olla metálica de agua y se deja que hierva.
Cuando el agua empieza a evaporarse se coloca la olla de bambú, se tapa el bambú y se espera a que el vapor haga su efecto. El resultado es una cocina sanísima y llena de sabor.
Los alimentos cocinados al vapor presentan varias ventajas: conservan más nutrientes, ya que al no sumergirlos en agua, no se diluyen ni sus vitaminas ni sus sales minerales; y el sabor, aroma y color se mantienen prácticamente intactos.
En la cesta de bambú se pueden cocinar muchos alimentos, desde cereales hasta mariscos, pescados, verduras y frutas.